Presentación Personal
Soy Stefani Quijano, curso 3er año de la
especialidad Comunicación Visual en el Instituto de Profesores Artigas
(I.P.A.), 2013.
A modo
de introducción de este Blog elegí dos frases de Wasssily Kandinski (1866-1944)
para dar mi opinión acerca de lo que significa la educación y el ser un docente
en formación.
La primera es el título del Blog: “El
arte va más allá de su tiempo y lleva parte del futuro”.
Haciendo
un paralelismo con la etapa de formación en la que me encuentro, el arte sería
la educación que estoy recibiendo, la cual “va más allá de su tiempo”, o sea
que mi formación no sólo consiste en lo que estoy aprendiendo ahora sino que es
y va a ser permanente; “y lleva parte del futuro” porque todo lo que estoy
aprendiendo me sirve como base y mejora de mis futuras prácticas, adecuadas a
espacio – tiempo, teniendo siempre presente la figura central: el alumno.
La
segunda frase es: “El color es en general un medio para ejercer una influencia directa
sobre el alma. El ojo es el martillo templador. El alma es un piano con muchas
cuerdas. El artista es la mano que, mediante una tecla determinada, hace vibrar
el alma humana.”
Pensando en todo lo que involucra nuestra especialidad:
Comunicación Visual, donde la Creatividad está presente. Considero nuestra
materia (en la frase: “El color”) como ese medio que ejerce una influencia
directa sobre la creatividad (“el alma”) de nuestros alumnos. Y es algo que
debemos incentivar, hacerlo visible a través de sus trabajos (producción), opiniones
(crítica) y actitudes porque “El ojo es el martillo templador”.
Pero debemos tener en cuenta que “El alma es un piano con muchas
cuerdas.”, por lo que hace a la creatividad una capacidad inmedible; que tiene
diferentes formas de expresión porque existen múltiples inteligencias y cada
alumno se destaca más en una que en otras, por eso debemos estar atentos a las
capacidades que cada alumno tiene.
Y considero en este aspecto que “El artista es la mano que,
mediante una tecla determina, hace vibrar el alma humana”. Nosotros debemos
capacitarnos para “hacer vibrar el alma humana”, que cada alumno desarrolle aún
más su creatividad para que pueda emplearla no sólo en el aula sino el su vida,
ya que el mundo en el que vivimos se maneja en su gran mayoría a través de la
visualidad y de propuestas innovadoras (creativas) que capten la atención del
resto.
þ Siguiendo con esta
línea y teniendo en cuenta la imagen anterior, el docente que me gustaría ser,
es el N° 12; alguien que camina, que se sigue formando, que recorre el aula,
atendiendo a diferentes aspectos que involucran a sus alumnos, que no se queda
parado en el pasado que acompaña los cambios de paradigmas y de la sociedad en
la que se encuentra, buscando posibles soluciones a los problemas presentes en
la misma ya que en ella están inmersa los alumnos.
ý El docente que no me gustaría ser es el N° 25,
alguien que sólo piensa en el mismo, que lo que él dice es la verdad y todos
los deben seguir porque no acepta otras opiniones o puntos de vista, y por
tanto no apuesta a lo interdisciplinar no sólo por su ego sino por considerar
su materia mejor que las otras.
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